Tiempo de lluvia o Expediente X.

   No recuerdo un invierno tan lluvioso como este. Tampoco llueve a gusto de todos, o si no, solo basta oir a la gente del campo, agricultores acostumbrados a la pertinaz sequía y dominadores de producir con 4 gotas de agua miles de kilos.

   Uno, cuando no domina el percal, acaba metiendo la pata como me ocurrió hace unos dias cuando hablaba con un amigo. Él vive de la tierra de labor y para el que no sea de la zona le diré que el Tomate y la Lechuga es el petróleo que mana de nuestro suelo. ¡Este agua le irá al campo estupendamente! le comenté, y el impasible, me respondió: ¡este agua está pudriendo las lechugas!. Están los agricultores hace ya muchos años lamentando las estaciones climatológicas, los virus en la mata del tomate, la falta de agua, el costo que conlleva todo ello y mientras, vemos como nuestro mercado se ve inundado por producciones de otros paises y hasta aquí puedo leer, pues lo que no quiero, es andar en tierras movedizas; Eso lo tiene que arreglar el que lo tiene que arreglar.
   En resumen, debemos llorar por un ojo viendo lo que ocurre en otras provincias, inundaciones, carreteras cortadas y los camiones que llevan en exportación las lechugas y tomates´-que se han salvado de la lluvia- parados en la frontera debido a las fuertes nevadas que nos ocupan estos dias.
   No me gustaría extenderme, pero creo que en una próxima entrada hablaré de la Pesca en Águilas. Ese también es otro Expediente X.
   En la fotografía, lluvia sobre el Faro y el Castillo de San Juan de las Águilas, desde la terraza de la Lonja.  Al fondo el afamado Restaurante de Las Brisas.